Pinoteo viene desde este post en Boulevard para terminar su paseo de viernes acá, en la Usina. No se quiso perder la tertulia y así nos cuenta cómo la vivió…
¡La tertulia estuvo genial! Todo estaba dispuesto para que así saliera. Las ollas preparadas en la cocina, las mesas iluminadas con velas, el hogar prendido, arte callejero produciéndose en el techo de la Usina y el corazón dispuesto.
Cuando la hora de cenar se hizo presente, las ollas se calentaron en la cocina y Justina, la hija de María Laura Pini (una de las directoras junto a Andrea Degiovanni), comenzó a vender el menú "guiso de lentejas + vino $40" a viva voz. Bastó esa llamada divertida para que la gente hiciera cola, comprara su cazuela y se acomodara alrededor de las mesas. ¡Suertudos los que consiguieron espacio junto a la chimenea!
Charla, risas y loas al guiso determinó el pulso de la noche. Todos estábamos contentos, y la fiesta se potenció cuando Santos, el hijo de María Laura, sacó su guitarra y le puso música a la noche con su privilegiada voz. No faltaron los duetos con su hermana ni los aplausos. ¡Otro aplauso más para una gran noche!
1 comentario:
UYYYYYYYYY, Me la perdi , haber para cuando la proxima!!!!!Igual vi los restos de una noche alegre , y la ausencia de las organizadoras el dia sabado !!!!Pero nada nos detiene para coser por la tarde !!las extrañamos mucho!!un beso Vero
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